El presidente ruso, Vladimir Putin, tiene muy claros sus objetivos fundamentales al ocupar Ucrania: quiere desarmar al país, romper sus lazos con la alianza militar de la OTAN y acabar con las aspiraciones del pueblo ucraniano de unirse a Occidente.
Adivinar cómo planea implementar ese plan es otro asunto, y la historia servirá como guía para comprender los posibles juegos finales de Putin.
Crimea Conexión 2.0
Si las fuerzas rusas pueden capturar la ciudad portuaria ucraniana de Odessa, el puente terrestre se expandirá por el sur de Ucrania y conectará Transnistria, las tropas rusas en el área separatista de Moldavia, con Odessa, Crimea y el sur y el este de Ucrania.
Ucrania dividida
Si Putin tiene en mente divisiones, la ciudad gallega de Ucrania y Lviv -cerca de la frontera con Polonia- podrían ser parte de una especie de estado ucraniano, mientras que Rusia dirige su atención hacia el este del país.
Gobierno prorruso
funcionarios de inteligencia occidentales advertir que Rusia planea derrocar al gobierno elegido democráticamente de Ucrania y reemplazarlo con un régimen títere. Putin calificó de ilegal al actual gobierno elegido democráticamente en Ucrania y lamentó la destitución del presidente prorruso Viktor Yanukovych en 2014. Hay otros políticos en Ucrania que están interesados en ocupar los puestos del gobierno prorruso. Probablemente por la fuerza.
Una carrera incómoda
Rusia dice que no quiere ser un ocupante, pero es fácil imaginar un escenario en el que Rusia busque imponer un gobierno severo sobre Ucrania. Esta sería una píldora difícil de tomar para los ucranianos debido a su tradición de periodismo independiente, política local independiente y protestas callejeras. En el sistema político ruso, las protestas genuinas a menudo están prohibidas o son difíciles de organizar.
Una agresión violenta
Putin no tiene ningún problema en apoyar a los hombres fuertes locales que no se preocupan por los derechos humanos. Su propio levantamiento político comenzó con la pacificación de Chechenia, la república secesionista de Rusia del norte del Cáucaso.
República del miedo
Rusia tiene un terrible aparato de seguridad nacional que encarcela y persigue a los disidentes y mantiene a los enemigos en problemas fuera de la política. Los ucranianos que viven en Crimea, ocupada por Rusia en 2014 y anexada después de un referéndum, han experimentado de primera mano lo que significa vivir en el servicio de seguridad estatal de Rusia, el FSB, un estado todopoderoso.
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